martes, 3 de enero de 2012

Rústico compendio (III)






















Tengo un vicio que no me saca de quicio,
ni lo escondo ni lo exhibo si llega el caso
y me sabe mucho más rico
cuando con otros goliardos lo comparto.

Y en cuanto a mis enemigos declarados,
a casi todos he dejado en activo
bien colocados y remunerados
gracias a mis esfuerzos solícitos,
aunque nunca fueran agradecidos
ni suficientemente ponderados;
si me pondrá maría y sus combinados
que hasta de sus nombres me olvido
y el sueño no me quitan
ni depende de sus cuitas.

Esto es cuanto puedo
contar de mí mismo
para ir componiendo
y extendiendo el ripio,
que con este recuento
ni pongo ni quito,
por eso, queridos,
insisto en ponerlo en limpio.

No soy ni más ni menos
que nadie en el lance,
pues conmigo solo compito
y a mí solo la balanza aplico
de todo aquello
que se me alcance.

Desde entonces han sido
algunos de mis escritos,
imágenes, ripios y dichos
respuesta a vuestros prejuicios
previos de patíbulo sumarísimo.
Pero mira tú por donde
que ahora ya no me pone,
que hoy ya no me peta
porfiar más en la defensa
para atender vuestras
habituales afrentas.
Me he hecho cazador furtivo,
elemento clandestino,
agitador subversivo.
Empieza una nueva partida,
yo de depredador incisivo
y vosotros la presa a ser abatida.

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