viernes, 26 de marzo de 2010

Madrid del año dos mil



Madrid, capital y corte,
pibones en tacones,
negritos zumbones,
panchitos de chata nariz,
moritos con hachís.

Y una mulata desnuda
excitando escaparates y lunas,
desde Atocha desfilando,
enamorando fieras de soslayo,
por la fría acera
haciendo de pasarela,
sólo el bolso y el rojo carmín,
con unas gotas de jazmín.

Por el Retiro
las grullas sobrevolando,
dictando bandos,
acallando el tráfico
con graznidos de escándalo,
y una mariposa en el vagón
del metro sin abono viajando.

Turistas con su corte
de carteristas, taxistas
al acecho de guiris y oficinistas,
repartidores sin pasaporte,
churros y napolitana
por la mañana,
caña y tapa al mediodía
en la barra de la cafetería.



Noches alegres de farra,
pijos, horteras y macarras,
travestis y lumis en gabarras,
lujuria encendida desenfrenada
que ebrio el deseo desgarra,
mientras el camello dispensa
y el cancerbero revienta.

Tullidos en imposibles poses
de troncos, piernas y muñones,
modelos por Velázquez escogidos,
los lunes del Prado huidos,
en Sol los más distinguidos.



Malecón de desesperados,
altavoz de los más airados,
congreso de diputados,
senadores en el senado.

Agitando banderolas y pancartas,
descorchando las bocinas;
pasimisí, pasimisá,
por la calle de Alcalá,
no pasarán,
pero pasaron al final,
unos menos y otros más.

En la plaza mayor
un músico chino
perfuma de notas
los poemas de Li-Po
junto a Felipe III
a caballo, de emperador,
animado por el jazz
de los músicos eslavos,
jaleado por el mariachi mexicano.

Sangre con olor a gasolina,
atascos diarios por las autovías,
crímenes en trenes de cercanías,
año 2004, un 11 de marzo sería
la fecha de tamaña carnicería,
sin que todavía sepamos la autoría.

En Madrid siempre encuentro
un trocito abierto
por donde mirar al azul del cielo
apartando tejados y rascacielos.
Por metro desde el subsuelo,
desde Atocha, el ave presto
te lleva, y en Barajas, dispuestas
las alas, raudas despegan.


Madrid, el oso
y el madroño.
Madrid, la osa
y el chotis,
violetitas dulces con anís
para la que me quiera a mí.

viernes, 19 de marzo de 2010

De Valdeavero su geografía e historia por ser villa muy tranquila y meritoria


IX
Francisco Antonio de la Peña,
indiano de alto rango y renta,
del Perú corregidor, en 1.650
regresa al solar y tierras
de su tío a heredar y acrecentar.

Compra casas y viñas,
edifica iglesia y capillas,
como la de la Virgen del Rosario,
devoto y buen cristiano,
y se convierte de nuevo,
a fuerza de talonario,
en señor de vasallos.

Valdeavero en el siglo XVIII ilustrado
estrena señor y dinastía,
pese a estar saqueado y arruinado.
En la instauración del primer rey Borbón,
durante de la Guerra de Sucesión,
de manera principal se significaría,
siendo valedores sus sucesivos dueños
del duque de Anjou, del Rey Sol nieto,
que como Felipe V en España reinaría.

El Marqués de Campoflorido,
del nuevo rey uno de sus nobles más esclarecidos,
Presidente de Cuentas, impulsor del censo
que su nombre lleva y recuerda,
nuevo señor es de Valdeavero,
la villa y su tierra.
1711 es la fecha
del documento que lo prueba
y un palacio decidió edificar en ella.

Su linaje y riqueza
hasta el día de hoy se aprecia,
pues no es otra la heredera
de tan alta cama y alcurnia
que Alicia Alcocer y Koplowitz,
rica dueña, heredera y empresaria,
lo más chic de la alta sociedad madrileña.

viernes, 12 de marzo de 2010

Hombres grises



Calle del Almendro. Madrid. España. 2010.

Sal al sapo



El alcalde y su portacoz
son dos personajes
que mandan sin ton ni son.
El uno, socialista de ocasión,
la otra, independiente
de salón comedor.
La una taimada,
el otro felón.
Gobiernan la villa
en esta ocasión
bufando sapito,
escupiendo sapón.

Homenaje a Jorge Guillén, del poema Sapito y Sapón, 1942.

miércoles, 10 de marzo de 2010

martes, 9 de marzo de 2010

Umar Jayyam en Jerusalén



En la prensa leo una breve noticia
que anuncia el hallazgo de un cerámica
del siglo XIII en Jerusalén,
decorada con versos alárabes
del más dulce poeta de Persia.

Irónico destino
el que otorga el vino;
Umar Jayyam, excelso cantor
por el don de la ebriedad tocado,
en tierra santa escanciado;
¡qué mejor morada
para bardo tan amado!.

Si algún día acudo vagabundo
ante el templo de Salomón,
allí recitaré en el muro y en su honor
el Cantar de los Cantares junto
a sus celebradas cuartetas:
He visto a un solitario en el desierto;
ni musulmán ni hereje, sin riquezas,
sin Dios, verdad ni ley, sin certidumbre.
¿Tiene alguien más valor en este mundo?

miércoles, 3 de marzo de 2010

De Valdeavero su geografía e historia por ser villa muy tranquila y meritoria



VIII

Si en el medievo,
la tierra de Valdeavero
fue atalaya y frontera,
destinarse a pacífica vivienda
y a granero de trigo fuera
a partir de la Edad Moderna.

Los vecinos más esclarecidos
anhelan ser villa libre y soberana;
la Corona imperial, de fondos necesitada,
tasa el privilegio nunca avenido
de muchas poblaciones de España.
Las Relaciones Topográficas,
por el rey ordenadas,
de muchas ciudades, lugares y villas
determina la guita que puede ser extraída.

El segundo Felipe de los Habsburgo
el privilegio de villazgo vende
a Valdeavero en 1.583 un 12 de noviembre
por casi millón y medio de maravedíes
a los que asciende tan elevado convoluto.
Así fue Valdeavero esforzada
por vez primera villa libre,
de sus vecinos solamente gobernada,
ya no de señores de iglesia o nobles,
sino de la Corona sólo deudores.

Libres, pero pobres, los pocos vecinos cotizantes
menos pueden contra plagas, pestes y calamidades constantes
con los que pagar los impuestos reales tan agobiantes.

En situación tan precaria y expuesta,
los vecinos no tienen más remedio
que poner la villanía en venta
al mejor postor y dueño
de cuantos en la Corte se ofrezcan.