viernes, 19 de febrero de 2010

Tirso de Movida



En la plaza de Tirso de Molina
una pintada sobre el hormigón reza
“la democracia apesta”,
y a fe mía que acierta
con tanta meada
regando las esquinas.
Ni el agua ni las flores
que alegres la engalanan
pudieran aliviar y limpiar
tan lapidaria sentencia
ni enmascarar la perfumería
de letrina tan infecta.


Preside Tirso mercedario
desde pedestal elevado
tan castizo decorado,
la CNT la fachada coronando;
trasiego de yonquis y expresidiarios,
putas, macarras e indigentes alunados,
negros, chinos y tristes jubilados,
jipis vagabundos y guiris despistados
en busca del Madrid más enrrollado.

El metro debajo pasa bufando,
mientras me piden tabaco
muy educados, eslavos desocupados.
Compro en las escaleras
paraguas y mecheros,
pañuelos que nunca estreno.
Centro de la moda madrileña,
urinario del planeta marginado.

De nuevo Apolo teatro,
entre Lavapiés y Embajadores platea,
mira Tirso ahora de soslayo:
burlador de Sevilla fuera
de dios tan inspirado,
hoy convidado de piedra
de elenco tan despiadado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario